SINDROME QUE NO EXISTE:
El
Síndrome de Alienación Parental no está aceptado por la OMS como trastorno
mental. Es sola una estrategia legal en los casos de custodia que tiene
consecuencias terribles para los niños.
En
realidad, el SAP es una trampa porque usando esa etiqueta, lo que se hace es
evitar que se investiguen las verdaderas razones para que los hijos e hijas
muestren ese rechazo al padre o la madre.
¿Qué
es el Síndrome de Alienación Parental? ¿Quién lo defiende?
El
SAP es la abreviatura de lo que algunas personas vienen llamando Síndrome de
Alienación Parental. Lo resumen como la manipulación por parte de un
progenitor, rol que suelen adjudicar a la madre de los hijos e hijas, para
azuzar y enfrentarlos contra el otro progenitor, generalmente el padre.
Las
mismas personas que defienden la validez del SAP,
habitualmente, son las que cuestionan la Ley Integral contra la Violencia de
Género, hablan de discriminación de los hombres, minimizan los casos de
violencia machista, argumentan que muchas denuncias son falsas, defienden la
custodia compartida impuesta…
Un
ejemplo de SAP
Pensemos
en una niña de 9 años que sufre abusos sexuales por
parte de su padre desde hace dos. Nadie la cree excepto su madre, pero como
están separados, no hay manera de probar su existencia. La niña protesta cada
vez que va con el padre, la madre lo intenta impedir a toda costa. Llega un
punto en el que tiene que intervenir la policía para llevarla con su
progenitor.
Como
no hay pruebas, la madre es acusada de
malmeter contra el padre, de manipular contra él, de comportarse con actitud
rencorosa. La niña, desesperada, un día, en un alarde de sangre fría, graba una
conversación con el móvil en la que el padre confiesa los abusos, y por fin,
puede finalizar su calvario.
Esta
historia es real, es la historia de una niña, digamos María,
que salió a la luz en julio del año pasado en Madrid. Sus acusaciones no se
tuvieron en cuenta en su día porque el perito que examinó a María no creyó sus
declaraciones.
¿Por
qué el uso del SAP puede ser una trampa?
Porque
a veces se utiliza en casos donde hay acusaciones de abusos y/o maltrato hacia
alguno de los progenitores y, en lugar de investigar esa acusación, se alega
que es la otra parte la que malmete a los hijos o hijas.
Pese
a que, a día de hoy, hay instrumentos de evaluación de la veracidad del
testimonio de un menor. Por ejemplo, si este alega que es víctima de bullying,
un robo, o ha sido testigo de un delito.
Pese
a que, hay consenso científico acerca de la veracidad de la mayoría de
testimonios sobre abuso sexual.
Pese
a que, según estudios, la mayoría de los abusos sexuales a menores se producen
en el ámbito familiar.
Si
el delito del que dice ser víctima un menor es abuso
sexual o maltrato por parte de su padre, no solo no le creen y esas técnicas
parece que ya no existen, sino que se le pone la etiqueta de tener un síndrome
inexistente y se rechaza su versión por sistema.
Y
como tratamiento se propone ir con el abusador o maltratador. Que es lo que se
hizo en el caso de María.
Una
analogía para entender mejor por qué se considera una trampa
Imaginad
a un menor que sufre bullying o acoso en el colegio, que lo denuncia y no se le
cree.
Propongo
un ejercicio de imaginación para ver sucintamente
la dinámica que subyace al SAP. Como tratamiento se le impone pasar todas las
tardes con sus acosadores–abusones sin la vigilancia de nadie. Imaginad que hay
personas que creen al menor y que al intentar defenderle se les acusa de
manipular, de ser unos resentidos que no dejan que se relacione con normalidad
con esos compañeros la mar de majos que solo quieren ser sus amigos.
¿A
que es totalmente absurdo? Pues eso es lo que
propone la teoría del SAP. Ahora cambiemos un niño que sufre acoso por un niño
que dice ser víctima de abusos por parte de su padre o madre.
¿Cómo
surge el Síndrome de Alienación Parental?
Fue
creado por Richard Alan Gardner, un médico
estadounidense que trabajó como voluntario en la división psiquiátrica infantil
del Columbia College de la Universidad de Columbia desde 1963 hasta su suicidio
en el año 2003, envuelto en polémicas acusaciones de pedofilia y pederastia.
Se
interesó por los casos judicializados de lo que
él llamaba falsas acusaciones de abuso sexual infantil. Posteriormente, empezó
a perfilar y publicitar su teoría y se especializó como perito testificando en
casos de custodia de niños dentro de divorcios conflictivos, donde se acusaba a
un progenitor, sobre todo al padre, de abuso sexual.
El
SAP fue construido por medio de falacias: argumento
circular, apelar a la autoridad (el mismo Gardner), y las falsas analogías con
varios trastornos médicos. Este señor fue creando y dando forma a su teoría
contestando a sus críticas con argumentos a posteriori. Es decir, fue
argumentado sobre la marcha, según le iban criticando.
Curiosamente,
nunca ha sido diagnosticado por expertos fuera de un
litigio por custodia, resultando más un problema legal que psicológico, donde
muchos abogados se han ido escudando de cara a los pleitos judiciales.
¿Por
qué es polémico el SAP?
Porque
no constituye una entidad médica ni clínica. ¿Esto qué
quiere decir?, que no hay una consistencia de síntomas que llegue a dar origen
a una propia forma clínica medible y mensurable.
En
algunos casos se parece más a un TEP (Trastorno
de Estrés Postraumático), en otros casos se parece a una falsa ideación, en
otros a depresión; pero esto parece no importar. Si me interesa lo llamo a todo
SAP y lo convierto en un cajón de sastre que uso a mi antojo.
No
reconocen su existencia ni la
Organización Mundial de la Salud ni la Asociación Americana de Psicología, las
dos instituciones más importantes del mundo, en términos de salud y trastornos
mentales.
La
Asociación Española de Neuropsiquiatría (AEN) rechaza el
uso del SAP, lo define como “castillo en el aire de Gardner”, que nunca demostró
su teoría y solo se basó en sus opiniones personales. La AEN, ha elaborado un
informe donde realiza un pormenorizado análisis sobre las supuestas bases
científicas del SAP y los riesgos de su aplicación como trastorno médico y
psiquiátrico en los juzgados de España.
El
Consejo General del Poder Judicial, a través
del Grupo de Expertos en Violencia Doméstica y de Género, niega en su Guía de
criterios de actuación judicial frente a la violencia de género (2016) que el
SAP sea una categoría clínica y habla de teoría pseudocientífica. La ONG Save
the Children, en su informe La justicia española ante el abuso sexual infantil,
ve muy
preocupante que los juzgados den crédito al SAP sin practicar una investigación
exhaustiva, lo que podría conllevar la desprotección de los menores.
preocupante que los juzgados den crédito al SAP sin practicar una investigación
exhaustiva, lo que podría conllevar la desprotección de los menores.
¿Qué
“tratamiento”propone Gardner?
La
intervención terapéutica que recomienda R. A. Gardner supone más una coacción
legal que un tratamiento médico. Indica incluso como imprescindible para su
diagnóstico, que exista un proceso judicial sobre la custodia de los menores o
una denuncia por abusos sexuales, por lo que sorprendentemente no hay
diagnóstico de SAP sin haber un litigio judicial.
El
objetivo pragmático es doble: conseguir el
cambio de custodia y modificar a través de la Terapia de la amenaza, que, como
su nombre indica sin rubor, consiste en amenazar con un cambio de custodia, más
la anulación de las visitas y comunicación por el juez si no se deja ver al
progenitor acusado.
El
tratamiento que propone viola la ética profesional al
no garantizar el secreto profesional, y se basa en las amenazas y coacciones
continuas, incluso a los menores. Cualquier otra terapia conocida se basa en la
colaboración paciente–terapeuta. Lo que se propone con el SAP no se da en
ningún tipo de trastorno.A mi juicio, es aberrante y va contra cualquier manual
de psicoterapia infantojuvenil.
Deja
indefensos a los menores que denuncian abusos, acaban
“diagnosticados” o mejor dicho mal etiquetados de SAP y no se investigan los
hechos que reclaman. Usar cualquier reacción como SAP es un argumento circular,
una estrategia que permite que el acusado de abuso pase a ser la víctima, y los
menores y el otro progenitor se conviertan en culpables.
¿Cómo
ha llegado a hacerse popular el SAP, incluso entre profesionales?
Quiero
pensar que se debe a que la ignoracia es atrevida. Prospera de igual forma que
se crea un paradigma. Ensalzando al ideólogo de turno, que se acaba revistiendo
de cientifismo gracias al apoyo de grupos afines que respaldan dichos conceptos
para diversos intereses (económicos, ideológicos, científicos...). Haciéndose
una bola de nieve, que al final se integra socialmente de forma acrítica.
¿Qué
se puede hacer? Velar siempre por el menor
No
usar el atajo del SAP para obstaculizar la investigación de
presuntos abusos sexuales o denuncias de malos tratos o negligencias graves. En
acusaciones tan graves como abuso o maltrato, averiguar antes de tomar una
decisión.
Dilucidar
los motivos por los que un menor no quiere ver al progenitor no
custodio sin recurrir al SAP es mayor garantía de protección para ese menor.
Así
que por María y por tantas vidas truncadas, dejen de utilizar el SAP como
argumento. Se ha utilizado fuente de terceros pero que es importante su difusión.